La transición económica de China pone a prueba el buen juicio de los inversionistas mundiales


En un momento en el que la economía china está atravesando por una reestructuración y transición profundas, los inversionistas parecen estar divididos en torno a su punto de vista sobre las posibilidades del mercado de capitales chino.

Algunas personas consideran que el mercado de capitales chino está experimentando una gran crisis, de la cual intentan aprovecharse con acciones especulativas e incluso con despiadadas actividades de ventas cortas.

El más reciente ejemplo de esto es que algunos especuladores radicales intentaron ventas cortas de la moneda china, el yuan, la cual se ha depreciado recientemente frente al dólar. Sin embargo, la autoridad monetaria china tomó medidas efectivas para estabilizar el valor del yuan por lo que se espera que los especuladores sufran enormes pérdidas.

Por otra parte, muchos otros inversionistas ven nuevas oportunidades en la transformación de la economía china.

De acuerdo con datos de la consultora Preqin Ltd con sede en Londres, en 2015, el capital de riesgo a nivel mundial realizó 1.555 inversiones en empresas de reciente creación de China por un valor total de 37.000 millones de dólares.

Estas inversiones representan un aumento de 147 por ciento respecto del año anterior, lo que muestra la confianza de los inversionistas en una política favorable a la innovación y en el entorno favorable a las empresas en China.

En una economía de mercado madura, tanto las ventas cortas especulativas como las inversiones de largo plazo son decisiones libres de los inversionistas y, por consiguiente, no deben ser etiquetadas como "correctas o equivocadas" o como "malas o buenas".

Pero debido a la singular naturaleza de la economía china, actualmente la segunda más grande del mundo, es justo decir que las decisiones tomadas en relación con China a menudo reflejan el buen juicio y el valor de los inversionistas.

Como dice un refrán chino: para atrapar un gran pez, se debe arrojar una larga cuerda. La antigua sabiduría china también se ajusta a la situación económica actual en China.

Muchos economistas e investigadores destacados señalaron que aunque la reestructuración económica de China es una misión ardua y desafiante y que el período de transición podría ser largo y doloroso, China no está en riesgo de caer en recesión y que la tasa de crecimiento económico actual de 6,9% todavía es bastante buena para sostener la prosperidad del país en el largo plazo.

Por otra parte, con el gobierno chino impulsando activamente una serie de reformas fundamentales y apoyando las empresas de reciente creación basadas en la innovación, tanto los empresarios nacionales como los inversionistas extranjeros se beneficiarán del proceso de reestructuración económica.

Por ejemplo, el gobierno no ha escatimado esfuerzos para recortar la excesiva capacidad de producción, reforzar el consumo interno y alentar el desarrollo del sector servicios. El gobierno también ha brindado más acceso al mercado a los capitales privados y a la inversión extranjera.

El más reciente informe de la Cámara Estadounidense de Comercio en China mostró que el año pasado cerca de dos terceras partes de las compañías que la integran obtuvieron utilities (*) en China y que tres cuartas partes vieron buenos rendimientos de inversión.

El informe también encontró que la mayoría de las compañías integrantes de la cámara son optimistas en relación con el futuro crecimiento del mercado chino y que más del 90% considera clave la innovación para su futuro éxito en China.

Un inversionista inteligente y previsor aprovecharía la oportunidad que genera la reestructuración económica de China y lograría un resultado de ganancia mutua mediante la inversión en el futuro de China y a través de recoger los frutos de la reforma de China y de su robusta economía nueva.

En cuanto a los que desean apostar al "fracaso final" de la economía china, deberían voltear a ver las últimas cuatro décadas, en las que China se transformó de una economía subdesarrollada a un motor económico mundial mediante la constante reforma y apertura.

También deberían tomar en cuenta el hecho de que el gobierno chino ha estado mejorando de forma constante el sistema regulatorio del mercado y el sistema legal del país. Como resultado, las ventas cortas especulativas imprudentes y despiadadas enfrentarán mayores costos de transacción y posiblemente severas consecuencias legales.

Como se demostró en el caso del tipo de cambio del yuan, el gobierno chino tiene suficientes recursos y herramientas de políticas para mantener la situación económica general bajo control y para hacer frente a cualquier desafío externo.


(*) Acciones de empresas cotizadas en bolsa y que prestan servicios generales de los que no se puede prescindir, como el agua, el gas y la energía (N.R.).

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