70º aniversario de la República Popular China: luchar para crear un milagro de la humanidad


Diario del Pueblo


Los 70 años de la Nueva China son el resultado de un proceso histórico en el que una milenaria nación persigue mil años de sueños y avanza hacia la revitalización nacional. También son un proceso espacio-temporal en el que un país lidera a casi una quinta parte de la población mundial que marcha hacia el mundo. Xi Jinping, secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), subrayó: “Es una épica de lucha, tanto para la historia de la nación china como en la historia del mundo”.

El camarada Mao Zedong afirmó una vez: “¿Qué podemos fabricar ahora? No se puede manufacturar un automóvil, un avión, un tanque ni un tractor”. Ante tal situación, algunos sentenciaron: “El Partido Comunista de China tiene 100 puntos en lo militar, 80 puntos en lo político y 0 punto en lo económico”. Otros afirmaron que “la victoria del PCCh no será más que “un destello en la sartén”.

La reforma y la apertura son la elección clave para determinar el destino de la China contemporánea. De 1952 al 2018, el PIB de China aumentó de 67,91 mil millones de reminbi a 90,03 billones de reminbi, un incremento real de 174 veces. El PIB per cápita aumentó de 119 yuanes a 64,6 mil yuanes, la tasa de crecimiento real es de 70 veces. La China de hoy se ha convertido en la segunda economía más grande del mundo, ocupando el primer lugar en términos de comercio total de mercancías, en reservas de divisas, en el millaje de los ferrocarriles de alta velocidad y en la escala de la industria bancaria. ¿Quién podía predecir todo esto? La China actual genera más de 246 mil millones de renminbi diarios al PIB, importa y exporta bienes por 12,6 mil millones de dólares, envia y recibe 140 millones de paquetes de entrega rápida y produce 76 mil automóviles. ¿Quién podía vaticinarlo?

Durante muchos años, China ha contribuido con más del 30% al crecimiento económico mundial y se ha convertido en el principal estabilizador y fuente de energía para el crecimiento económico del orbe. Más de 700 millones de residentes rurales han salido de la pobreza, lo cual ha contribuido en más del 70% a la reducción de la pobreza mundial, creando un milagro en la historia de la lucha del planeta contra este flagelo social.

De acuerdo al punto de vista de muchas personas, lo más impresionante del gran cambio en 70 años de recorrido en la Nueva China es la escala. China tiene casi 1.400 millones de personas, mayor que la suma total de la población de las potencias desarrolladas. En términos de tiempo, China solo tardó decenas de años en recorrer el camino de desarrollo que a los países occidentales les costó cientos de años.

Al tiempo que logró un rápido desarrollo, China garantizó la estabilidad social a largo plazo, permitió que el vigor del desarrollo económico y social se expresara de una manera ordenada y logró un equilibrio entre vigor y orden, así como entre el desarrollo y la estabilidad.

La ley general del desarrollo histórico indica que un país en el proceso de transformación de una sociedad tradicional a una sociedad moderna suele experimentar un período de conflictos sociales y frecuentes riesgos.

Desde esta perspectiva, detrás del brillante “milagro de desarrollo” de China, hay un “milagro de estabilidad” de igual importancia. Es decir, a través del complicado y violento proceso de cambio económico y social, se ha mantenido la estabilidad general del orden social a largo plazo, con un desarrollo sostenible y saludable de la economía y la sociedad.

La China de hoy, con una gobernanza social efectiva y un buen orden social, brinda el hecho de que el sentido de ganancia, felicidad y seguridad del pueblo sea más amplia, más segura y más sostenible. Los extranjeros que visitan el país sienten que “China es uno de los países más seguros del mundo”.

El hecho de que el país puede lograr estabilidad a largo plazo ha sido el criterio más importante para evaluar la calidad del sistema, sus fortalezas y debilidades. Desde tal perspectiva histórica es un milagro que la Nueva China haya mantenido una buena estabilidad social a lo largo de 70 años.

Ante el milagro chino, algunos estudiosos occidentales expresaron que cualquiera que pudiera explicar a China, sería candidato al Premio Nobel.

Los observadores internacionales que estudian los asuntos de China coinciden en que el Partido Comunista de China es más valiente frente a los diversos obstáculos y que materializa logros increíbles. En los últimos 70 años, existió el bloqueo, se experimentó el desarrollo de estilo radical y aventurero, acontecieron graves desastres como inundaciones, terremotos y epidemias, y también aparecieron desafíos internacionales como la crisis financiera y la fricción comercial. Precisamente, y debido al firme liderazgo del PCCh, los esfuerzos se han concentrado en los asuntos importantes, organizando de forma unificada y eficiente diversas causas y tareas. Hoy en día, se puede responder con éxito a una serie de grandes desafíos y riesgos, superar grandes dificultades y avanzar con paso firme en la dirección correcta.

Durante los 70 años, el milagro creado en tierra china ha reunido la exploración y la práctica de la búsqueda sobre el “cómo gobernar”. Nuestro PCCh cree firmemente que “resolver los problemas de China solo puede encontrar formas y medios para adaptarse a sí mismo en la propia tierra”. Este camino milagroso de 70 años ha sido testigo de la exploración e innovación continuas de un partido marxista.

Del 1949 al 2018, el ingreso disponible per cápita de los residentes chinos aumentó 59,2 veces, y la esperanza de vida per cápita ascendió de 35 a 77 años. La vida de los ciudadanos ha evidenciado cambios estremecedores, demostrando con elocuencia la premisa: “el pueblo primero”. Si el desarrollo de la Nueva China explora el singular “camino de China”, entonces los objetivos de desarrollo en espiral ascendente y la mejora de la vida del pueblo durante las siete décadas recientes, declaran al mundo el “valor de China”, que es intrínsecamente el valor del socialismo.

En los últimos 70 años, el socialismo con características chinas ha demostrado su gran vigor y superioridad, impulsado por las ventajas del liderazgo del PCCh, las ventajas de empoderar a la gente como los dueños del país, las ventajas de la administración integral del país de acuerdo al imperio de la ley, y las ventajas del centralismo democrático.

Hace más de cien años, algunas personas resumieron el atraso de China en tres niveles: artefactos, sistemas y conceptos. Hoy, desde la fábrica mundial hasta el mercado global –e incluso la plataforma mundial– el desarrollo de China emite un cada vez mayor “efecto derrame”. El concepto chino que apoya su desarrollo ha depositado la gran esperanza de explorar la fuerza impulsora del desarrollo humano. Hoy, en cuanto al conocimiento, la comprensión y la aplicación de las tres leyes, los comunistas chinos han alcanzado un nuevo y más alto nivel. El libro “La Revitalización de China por Xi Jinping”, editado por el académico estadounidense Ross Terill, señala que el presidente Xi está liderando el país para completar los tres ámbitos principales de gobernanza: la gobernanza del partido en el poder, la gobernanza estatal y la gobernanza global.

En varias conferencias internacionales, la voz de China ha recibido mucha atención y el modelo de desarrollo de China se ha convertido en un tema central. En 2016, cuando estudiaba en la Escuela Especial del Instituto de Cooperación y Desarrollo Sur-Sur, el asesor del Ministerio de Finanzas de Mozambique aseguró: “Quiero aprender el modelo de desarrollo de China y encontrar un camino adecuado para el desarrollo de nuestro país”. En 1979, el ingreso per cápita de China era menos que un tercio de los países del África subsahariana. Hoy, muchos países de África están aprendiendo de China para sus propios “modelos”.

La gran revitalización de la nación china no es solo la mejora del poder nacional integral, sino también el “surgimiento de una civilización” que contiene ricas connotaciones. Hoy, frente a la antiglobalización, el proteccionismo, el populismo y otras tendencias de pensamiento, China cree firmemente que “es imposible que el mar de la economía mundial retroceda a un pequeño lago o un pequeño río aislados". El milagro chino revela que la globalización económica es una “tendencia histórica irreversible” y la paz y el desarrollo son “las aspiraciones comunes de toda la humanidad”. Solo trabajando juntos para construir conjuntamente una comunidad de destino compartido para toda la humanidad, tendremos un futuro brillante. Tal comprensión es de vital importancia para la sociedad global.


Mirando hacia atrás en la historia, el PCCh es el partido de pensamiento más abierto. Desde la reforma y apertura, hemos aprendido de los logros creados por todos los países del mundo, aplicándolos a la luz de las condiciones chinas. Enfrentando el futuro, el PCCh está decidido a luchar por la causa del progreso humano y continuará promoviendo el desarrollo del país con el objetivo de crear más oportunidades para el mundo, explorará las leyes que rigen el desarrollo de la sociedad humana a través de su propia práctica y la compartirá, asumiendo de mejor manera la gran misión de contribuir con más peso a favor de la comunidad internacional.

En octubre de 2018, cuando el presidente Xi Jinping visitó Guangdong, reafirmó ante el mundo la creencia y confianza de los comunistas chinos de hoy, y declaró la meta de la Nueva China en su camino de lucha:

“La primera parada de mi visita después del XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) es Shenzhen. Con motivo del 40 aniversario de la reforma y apertura, es necesario declarar al mundo que la reforma y apertura de China nunca se detendrá. China seguramente tendrá un milagro más grande que sorprenderá al orbe.”

En la reunión de apertura del XIX Congreso Nacional del PCCh, el presidente de China, y también secretario general del Comité Central del PCCh, Xi Jinping, inició su intervención con esta afirmación: "La aspiración original y la misión de los comunistas chinos es buscar la felicidad de su pueblo y revitalizar la nación. Esta intención y misión es la fuerza impulsora que ha inspirado siempre al Partido Comunista de China para lograr sus continuos avances". Mantener en la mente la aspiración original y siempre recordar la misión fue el llamado en la nueva era del secretario general Xi Jinping a todos los miembros del PCCh.

Desde el XVIII Congreso Nacional del PCCh, su Comité Central –con el camarada Xi Jinping como núcleo– ha liderado a cientos de millones de personas para que escriban los logros y cambios históricos de la vasta tierra china. La nación ha dado un gran salto al levantarse, enriquecerse y fortalecerse. Hoy en día, el tren "Fuxing" lidera con una velocidad de 350 kilómetros por hora. Estamos más cerca, tenemos más confianza y somos más capaces que nunca de lograr el objetivo de la gran revitalización de la nación china.

Desde la perspectiva de la ley histórica del auge y la caída, un país enfrenta la mayor presión en dos períodos: el primero cuando sufre la pobreza, y el segundo cuando se encuentra en el carril de la revitalización. La China de hoy está en una etapa crítica, de pasar a ser un país grande a un país potente. Las presiones internas y externas serán cada vez mayores. Después de 70 años, estamos orgullosos pero no complacientes, y no debemos acostarnos en el libro de crédito. Todavía necesitamos crear milagros aún mayores , aupados en un espíritu de avance.

El sueño chino presentado por el secretario general Xi Jinping ha repercutido en los corazones de cientos de millones de chinos y se ha convertido en la voz más fuerte de la sociedad.

Xi enfatizó repetidamente que el sueño chino es, en última instancia, el sueño del pueblo chino. La historia nos cuenta que el futuro y el destino de cada persona están estrechamente vinculados con el futuro y el destino del país.

Si decimos que la fundación de la República Popular de China en 1949, el comienzo de la reforma y la apertura en 1978, y la entrada al socialismo con características chinas de la nueva era en 2012 son los marcadores temporales que constituyen un importante pasado en el viaje de revitalización de China, entonces la construcción integral de una sociedad modestamente próspera para el 2020, la modernización socialista para el 2035, y la validación de una potencia intengral, moderna y socialista para mediados de este siglo, serán las tres coordenadas que marcan los objetivos más ambiciosos que se van logrando. Verificamos las metas pasadas y avanzamos hacia las próximas metas. En este proceso, nos vamos acercando a la cima de la gran revitalización de la nación china.

En el septuagésimo aniversario, nuevo punto de partida histórico para realizar el gran sueño chino, debemos mantener el espíritu de lucha.

Mirando la historia del PCCh, su fundación, la fundación de la República Popular de China, la implementación de la política de reforma y apertura, y la causa del socialismo con características chinas en la nueva era...todos nacieron desde el espíritu de lucha, se desarrollaron en la lucha y se fortalecen en la lucha.

El mundo de hoy está experimentando un gran cambio, y la gran revitalización de la nación china se encuentra en una coyuntura crítica. El secretario general Xi Jinping siempre nos recuerda que la gran revitalización de la nación china no se logra en un día. En el futuro, los desafíos y retos que enfrentaremos serán cada vez más complejos. No tememos a los retos, aunque es prudente evitar que las batallas duren mucho tiempo y erosionen el sagrado espíritu de lucha.

En vista de todo esto, para que nuestro PCCh lidere a todo el pueblo para los grandes desafíos, en resistir los principales riesgos, superar los graves obstáculos y resolver las principales contradicciones, hay que consolidar la voluntad de lucha. Todos los miembros del PCCh deben defender de forma más consciente el liderazgo del PCCh y el sistema socialista chino, oponerse resueltamente a todas las palabras y acciones que debiliten, distorsionen y nieguen el liderazgo del PCCh y del sistema socialista en nuestro país, salvaguardar más conscientemente los intereses del pueblo y rechazar categóricamente todos los actos que dañen los intereses del pueblo; participar más conscientemente en la reforma e innovación, romper con todos los males crónicos; salvaguardar la soberanía, seguridad y desarrollo de China, oponerse resueltamente a todos los actos que buscan socavar la unidad nacional, la armonía y estabilidad social; protegernos de diversos riesgos y superar resueltamente todas las dificultades y desafíos en los ámbitos político, económico, cultural, social y ecológicos, entre otros.

En China nunca ha existido ninguna organización política como el PCCh, que ha unido tantos elementos de vanguardia, ha sido válida para consolidar experiencias y aprender de sus propios errores, ha formulado y defendido teorías y rutas correctas, y se ha sacrificado en las largas y arduas luchas, realizando probados logros y creando verdaderos milagros. Durante mucho tiempo, el PCCh va a ejercer el poder debido a su sintonía con los intereses fundamentales del pueblo, la necesidad de revitalización nacional y su elección histórica e inevitable en la realidad china.

Con más de 90 millones de miembros y 4.6 millones de organizaciones de base, el PCCh –como partido gobernante a largo plazo– considera la construcción del propio PCCh como una parte decisiva para el futuro del PCCh y del país.

Los brillantes logros obtenidos durante los 70 años de la Nueva China prueban que la incesante auto-revolución que se lleva a cabo por el PCCh , a la par que se lleva a cabo la revolución social, es la diferencia más destacada entre el Partido Comunista de China y otros partidos políticos. También es la clave para garantizar que el PCCh siempre se mantenga al lado del pueblo.

Tomemos como ejemplo la campaña anticorrupción. Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China, el Comité Central del Partido –con el camarada Xi Jinping como núcleo– ha lanzado vigorosamente la lucha anticorrupción con destacado acierto. Siempre hubo personas en occidente que cuando realizaban comentarios irresponsables sobre el sistema político de China se aprovechaban de la cuestión de la corrupción. Desde el XVIII Congreso Nacional, tales argumentos han perdido cada vez más aplausos en el ámbito internacional. De acuerdo a los comentarios de los medios extranjeros, los logros anticorrupción actuales de China son “una gran contribución, que pesa mucho en las soluciones de los problema de la alimentación y la gran eliminación de la pobreza en el país más poblado del mundo”. Los hechos hablan más que las palabras: en el mundo de hoy, ningún país verifica los esfuerzos y el efectos anticorrupción de China, y ningún país puede mantener la estabilidad general de la sociedad mientras luchan contra la corrupción.

La práctica es el único criterio de la verdad. En la Nueva China, durante 70 años –y especialmente desde la reforma y la apertura– los resultados son una prueba indiscutible de que solamente el socialismo con características chinas puede resolver los problemas de desarrollo y progreso de la China contemporánea. Esta es una conclusión inquebrantable a la que ha llegado el PCCh y el pueblo, basándose en el devenir histórico y la realidad objetiva.

El camino hacia el socialismo con características chinas no ha sido fácil. Algunas personas y fuerzas mundiales quieren ver erosionado el desarrollo y crecimiento de China. Sin ir más lejos, desde el comienzo del proceso de reforma y apertura, y especialmente después de la desintegración de la Unión Soviética y los cambios drásticos acontecidos en Europa del Este, en el ámbito internacional las voces que intentan degradar a China nunca han cesado. La "teoría del colapso de China" no se ha abandonado. Sin embargo, en lugar de colapsar, el país se fortalece y el nivel de vida de sus ciudadanos aumenta continuamente.

Hay algunos que culpan los problemas del desarrollo de China al sistema social vigente. Ellos consideran que si China copiara el modelo occidental, dichos problema se resolverían. Sin embargo, lo que la gente ha experimentado es que en algunos países y regiones en desarrollo que llevan a cabo la "revolución de colores" a la usanza occidental –modelo que no se basa en el desarrollo económico, la estabilidad política y el progreso social, sino en la agitación política, la división social e incluso en crear ignorantes– los hechos confirman lo pertinente del camino chino y alertan a las personas que afirman desde el bando opuesto con una máxima de preclara sencillez: no se pueden caminar por los viejos y cerrados caminos trillados ni tomar el mal sendero cambiando de bandera.

El resplandor del pensamiento ilumina el viaje de una nación hacia la revitalización, y también tiene el poder de influir en el mundo. En los últimos años, el libro "Xi Jinping: La gobernanza de China" figuró en la lista de los más vendidos en muchos países y muchos políticos extranjeros lo incluyen como libro de cabecera. El ex primer ministro francés Jean-Pierre Raffarin afirmó que el libro "aclara las principales opciones de China y muestra claramente las metas y dirección del desarrollo del país". Las naciones con diferentes sistemas sociales y etapas de desarrollo pueden inspirarse en él. Este es el encanto del pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con características chinas en la nueva era.

En el XIX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, se declaró solemnemente que después de los esfuerzos realizados a largo plazo, el socialismo con características chinas ha entrado en una nueva era. Se trata de una meridiana orientación histórica para el desarrollo de China.

Después de 70 años, el desarrollo de China ha entrado en una nueva posición histórica, y la gran revitalización de la nación china ha demostrado un futuro brillante jamás visto. No debemos “estar orgullosos de la victoria, aflojar debido a nuestros logros, y retirarnos debido a las dificultades”.

Debemos entender que las condiciones nacionales básicas de China, que todavía se encuentran en la etapa primaria del socialismo, no han cambiado. La situación internacional del país en desarrollo más grande del mundo no ha cambiado. El PIB per cápita todavía se ubica en la mitad del promedio mundial, y todavía hay una distancia en comparación con los países de altos ingresos. El problema del desarrollo desigual entre las zonas urbanas y rurales, y entre regiones, todavía persiste; la tecnología ha progresado mucho, pero aún quedan muchas deficiencias que generan “cuellos de botella”. Debemos comprender las condiciones nacionales básicas, concentrarnos en la realidad objetiva y defender la teoría básica, la línea básica y la estrategia básica del PCCh.

Cabe señalar que las actuales contradicciones de la sociedad china fundamentalmente se resumen en la creciente necesidad del pueblo por disfrutar de una vida mejor y un desarrollo territorial inadecuado y desequilibrado. Transformar esta realidad demanda un arduo trabajo del PCCh y del Estado. “El anhelo del pueblo por tener una vida mejor es nuestro principal objetivo”.

De este análisis se desprende que la nación china se encuentra en el mejor período de desarrollo de su historia. La economía continúa creciendo y el desarrollo se orienta hacia la alta calidad. Su fuerza económica ha saltado a la vanguardia del mundo. El PCCh y el gobierno han adoptado políticas bien recibidas por la población, en sintonía con el sentir del pueblo, las cuales han conquistado el corazón de los ciudadanos. El desarrollo del país ha despertado la confianza cultural de toda la nación y ahora la cultura china se acerca al mundo con una actitud abierta e inclusiva. La cohesión entre las etnias y las fuerzas endógenas se renuevan y mejoran significativamente. La sociedad china está llena de vigorosa vitalidad, y el pueblo chino –trabajador e inteligente– genera una poderosa energía creativa. El sustento de las personas continúa mejorando, camino a la culminación integral de una sociedad modestamente próspera. China ha ganado un amplio respeto en la comunidad internacional y su influencia internacional aumenta día a día. Los descendientes de la antigua china se sienten orgullosos y llenos de júbilo.

El Partido Comunista de China está decidido a construir una gran causa para la nación. Este ha sido el voto a mentener durante 100 años por el PCCh, que siempre alberga en su mente la aspiración inicial y se dedica a su misión.

Los comunistas chinos siempre están en marcha; ¡El sueño chino de conseguir la gran revitalización de la nación es alcanzable!


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