El prejuicio ideológico propaga el virus de otra forma


ZHONG SHENG 


Mientras el mundo se une a los esfuerzos de China en la lucha contra el nuevo coronavirus y apoya al país con gran calidez, algunos políticos estadounidenses, una y otra vez, intentan manchar a China.

Atacaron al país y a su sistema social, buscando sembrar la discordia entre China y otros países. Sabotearon el resultado final de la moralidad y la civilización, crearon prejuicios ideológicos y difundieron el virus de la mentalidad de Guerra Fría. Sus acciones buscan dañar las relaciones internacionales.

Sin embargo, los logros de China en la prevención y el control de la epidemia han recibido grandes elogios por parte de la comunidad internacional. Asimismo, destacan el propósito fundamental del Partido Comunista de China (PCCh) de servir de todo corazón a las personas, así como la capacidad de gobernanza del PCCh para dirigir a los integrantes de todas las etnias en la batalla que hace frente a las dificultades y desafíos. Esta actitud define un marcado contraste.

Los elogios a China son como una espina clavada en la carne para algunos políticos estadounidenses obsesionados con los juegos de suma cero. Durante estos días, ellos han estado expresando todo tipo de malvados comentarios, tocados por la misma cuerda.

Lo que han hecho, aprovechando la actual situación de China y atacando en un momento difícil, ha cruzado la línea de fondo de la civilización y del concepto mismo de humanidad.

Además, algunos de ellos incluso se regodearon en la desgracia de China, afirmando descaradamente que las pérdidas de China debido a la epidemia pueden convertirse en ganancias para Estados Unidos. Esa visión revela al mundo una siniestra mentalidad de obtener ganancias a partir de la pérdida de otros pueblos.

Para decirlo sin rodeos, estos políticos paranoicos y de mente estrecha temen el progreso económico y social de China, la riqueza que sabe hacer el pueblo chino y la prosperidad del país. Se apegan a la absurda filosofía que anuncia que los logros históricos y el desarrollo acelerado realizados por el pueblo chino, bajo el liderazgo del PCCh, son una amenaza para EE.UU.

Al igual que un saco vacío no puede mantenerse en pie, los interminables y ridículos comentarios de estos políticos estadounidenses no pueden convertirse en la opinión pública dominante. La comunidad internacional reconoce que en las últimas décadas, bajo el liderazgo del PCCh, más de 800 millones de chinos han salido de la pobreza y más de 400 millones de chinos se han unido al grupo de ingresos medios. Estos logros también han traído enormes oportunidades para el desarrollo del mundo.

La justicia habita naturalmente en el corazón del hombre. Una vez más, debido a sus efectivas acciones para liderar el combate contra la epidemia, el PCCh se gana el respeto y la admiración del mundo.

Las medidas de seguridad sin precedentes adoptadas por el PCCh, las instalaciones médicas de nueva construcción bajo la "velocidad china" y los perfeccionados métodos de prevención demuestran la excelente capacidad de gobierno del PCCh, aseguró Aikyn Konurov, secretaria del Comité Central del Partido Popular Comunista de Kazajstán.

Por su parte, Simon Compaore, presidente interino del Movimiento del Pueblo para el Progreso de Burkina Faso, afirmó que las decisiones políticas y las medidas de prevención y control de salud, asumidas por el PCCh, son hitos en la historia del manejo de una epidemia que azota la raza humana.

La comunidad internacional sabe que bajo el determinante liderazgo del PCCh, China posee la confianza y la capacidad para ganar la batalla contra la epidemia, y que el PCCh es el responsable de la fortuna de China y del mundo.

Sin embargo, algunos políticos estadounidenses son tan tercos que todavía buscan el cumplimiento en su erróneo juicio al evaluar la realidad objetiva, lo cual es totalmente absurdo.

En un momento en que hay que luchar contra el nuevo coronavirus como tarea urgente de la comunidad internacional, ellos actúan con entusiasmo bajo la creencia de que es un momento perfecto para difundir los prejuicios ideológicos y el virus de la mentalidad de Guerra Fría.

Algunos de ellos destacan que China se ha convertido en el enemigo geopolítico número uno de Estados Unidos, e incluso utilizan a la epidemia de neumonía por el nuevo coronavirus para sembrar la discordia entre China y sus países vecinos. Sumado a eso, difunden rumores a los medios de comunicación de que China está planeando el robo masivo de datos genéticos de África mediante la construcción de un centro para el control de enfermedades en ese continente.

Lamentablemente, esos rumores solo destruirán la imagen de estos políticos y traerán la vergüenza a EE.UU. Una encuesta realizada por el Centro de Investigación Pew indicó que el 45% de los encuestados lo que considera es que los EE.UU. son una amenaza importante para el mundo.

Obviamente, EE.UU. se infringe un gran daño con sus torvos actos. Y ese daño redunda en una grave amenaza para el Tío Sam. Hay que reconocer que el prejuicio ideológico y la mentalidad de Guerra Fría están destinados a ser el flagelo de las relaciones internacionales.

La epidemia prueba las conciencias, mientras que la desgracia prueba la amistad. En este momento crítico, la comunidad internacional elige la justicia y la conciencia, mantiene su buena voluntad hacia China y se mantiene firme junto a la nación.

Construir una comunidad de futuro compartido para toda la humanidad se ha convertido en la voz fundamental del planeta que alienta a todas las personas del mundo a unirse para luchar contra la epidemia. Tenemos muchas razones para creer que con la ayuda mutua y los esfuerzos conjuntos, al final y de forma definitiva venceremos todos los virus.


(*) Zhong Sheng es un seudónimo utilizado por el Diario del Pueblo para expresar sus puntos de vista sobre política exterior.


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