Responder a la epidemia con la ‘política del avestruz’, ¿qué son los llamados ‘derechos humanos al estilo estadounidense’?


El 11 de marzo, el Departamento de Estado de EE.UU. publicó el "Informe de Derechos Humanos por Países 2019". El informe clasifica a Irán, China, Venezuela y Cuba como "alternativos" que deben ser "responsables" de "violar los derechos humanos y provocar crisis humanitarias, conflictos violentos y terrorismo", acusando al gobierno chino de "una privación arbitraria o ilegal de la vida", y acusando a China de "problemas de derechos humanos" en Xinjiang. Como todos sabemos, estos informes son notorios, pero se emiten todos los años sin errores, y no son dignos de refutación. Sin embargo, la publicación de este año llega en un momento en el que la epidemia en el mundo y en China es severa. Mientras China lucha contra la epidemia y Estados Unidos apuñala con un cuchillo por la espalda.

Desde el comienzo de la epidemia de neumonía por el nuevo coronavirus en China, algunos medios occidentales, entre ellos los medios estadounidenses como pioneros y políticos estadounidenses han atacado las medidas de prevención y control de China, que según ellos "violan los derechos humanos". Desde su punto de vista, el "aislamiento de la ciudad" de Wuhan es una "violación de los derechos humanos"; el establecimiento de hospitales temporales para tratar a pacientes leves es una "violación de los derechos humanos"; el control comunitario, aislamiento en el hogar, el control del tráfico, el cierre de lugares públicos y fábricas, la cancelación de las clases, etc. son todas "violaciones de los derechos humanos". En cuanto a un llamado para movilizar a decenas de miles de trabajadores médicos para ayudar a Hubei y Wuhan, es un comportamiento "irracional" y "obligado".

En resumen, todas estas medidas para garantizar los notables resultados de la lucha contra la epidemia en China, prevenir la rápida propagación del virus y ganar tiempo valioso para la prevención y el control mundial son "violaciones de los derechos humanos". Esta guerra popular y general del pueblo chino contra el nuevo coronavirus no es digna de elogios. Por supuesto, este no es el caso, y la evaluación de la comunidad internacional y las personas del mundo muestran exactamente lo contrario.

Hasta la fecha, la epidemia fuera de China está creciendo rápidamente, afectando a más de 100 países en todos los continentes. El número de casos confirmados y el de muertes fuera de China anunciados por la OMS ha llegado a 37.371 y 1.130 respectivamente. La cantidad de casos sospechosos, casos que tienen contactos cercanos, casos no identificados y reportados por diferentes causas podría ser innumerable. El nuevo coronavirus es altamente infeccioso, se propaga rápidamente, tiene una alta tasa de mortalidad entre casos críticos y la situación es preocupante. La OMS ha emitido una advertencia de que el nuevo coronavirus puede convertirse en una "pandemia mundial". En esta situación, algunas personas todavía usan el pretexto de los "derechos humanos" para obstaculizar los esfuerzos de China en la lucha contra la epidemia desacreditando a China. Esto no solo está dirigido a China, sino también a todo el mundo y a toda la humanidad.

China valora los derechos humanos, salvaguarda los derechos humanos con leyes y prácticas, y actúa como lo dicho o prometido a nivel nacional e internacional. El derecho a la vida y la supervivencia son los derechos más básicos, prácticos y humanos que necesitan mayor protección. Especialmente cuando los seres humanos y sus ciudadanos se enfrentan a la amenaza de la epidemia y otros desastres naturales y desastres provocados por el hombre, los que están en el poder deben permanecer concentrados y dedicados todos sus esfuerzos a proteger la salud, la vida y el derecho de supervivencia de las personas. Esta es su debida responsabilidad. El Partido Comunista de China y el gobierno chino hacen precisamente como lo mencionado.

Durante más de 40 días, todo lo que China ha hecho durante la guerra contra la epidemia es prevenir y controlar la epidemia y proteger la salud y la vida de las personas. Se puede decir que la guerra popular contra la epidemia es el mejor historial de derechos humanos de China. Es una batalla por la defensa de los derechos humanos que tiene como objetivo la vida y la salud y toma a las personas como centro y a las personas como el cuerpo principal. La situación de la epidemia en el país aún es severa, por lo que China no se ha quedado de brazos cruzados ante la propagación de la epidemia mundial, y no solo ha compartido la experiencia china con el mundo a través de la OMS, sino que también se ha acercado y auxiliado rápidamente a los países necesitados, demostrado un sentido de responsabilidad para proteger las vidas y el derecho de supervivencia de las personas del mundo.

Por otro lado, Estados Unidos, que siempre ha afirmado ser un "guardián de los derechos humanos", ha hecho comentarios irresponsables sobre la lucha contra la epidemia en China, ha rumoreado e incluso ha calumniado las acciones de China. Sin embargo, ha mantenido silencio sobre la actual situación epidémica poco clara del país. Pompeo también exigió elocuentemente que China "aumente la transparencia" hace dos días, pero sus jefes superiores le prohibieron estrictamente "divulgar información sobre la epidemia a voluntad", lo que consideraron como una "protección de los derechos humanos y manera de evitar el pánico".

El aumento de los casos confirmados en Estados Unidos es un reflejo del hecho de que la pre-estimación y la respuesta del gobierno estadounidense a la epidemia son más lentas que el desarrollo de la situación real. El ex subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asuntos de Asia y el Pacífico, Campbell, señaló sin rodeos hace unos días: "Las medidas contra la epidemia extremadamente estrictas adoptadas por China nos han hecho ganar mucho tiempo, pero no estoy convencido de que hayamos utilizado efectivamente ese tiempo". Frente al hecho, los medios occidentales que han criticado las medidas de defensa de China también han cambiado su actitud, e incluso han comenzado a criticar al gobierno de Estados Unidos por desperdiciar un período muy valioso para controlar la propagación de la epidemia.

Las personas de todos los ámbitos de la sociedad, incluidos los epidemiólogos de EE.UU. y los expertos en salud pública, han instado al gobierno a anunciar con sinceridad la situación de la epidemia y tomar medidas para hacer frente al brote, aunque las opiniones internas de la Casa Blanca están divididas. El presidente Trump ha declarado que tiene la intención de "adoptar en parte medidas chinas". Sin embargo, un tuit del 9 de marzo dijo que "la gripe mató a 37.000 personas el año pasado, pero la economía de Estados Unidos continuó desarrollándose", criticando a los medios y políticos de la oposición por "incitar a la epidemia". Eso es una afirmación realmente extraña. Las autoridades estadounidenses han adoptado la "política del avestruz" de que "no probar y no diagnosticar casos confirmados se traducen en la inexistencia de la epidemia del nuevo coronavirus". ¿Es esto lo que llaman "derechos humanos"?



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