El Grupo G7 es cómplice de la coacción económica, perjudicando a los demás y a uno mismo


ZHENG SHENG 

 

Según los informes, en la próxima cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, presionar a China será uno de los temas centrales, donde las partes pretenden difamar y atacar a China para pedirle a China que "obedezca las reglas" y "tome medidas responsables". En los últimos dos años, bajo la coerción e instigación de Estados Unidos y otros miembros del grupo, el G7 ha interferido repetida y brutalmente en los asuntos internos de China, ha hecho acusaciones descabelladas contra China y se ha infiltrado en una fuerte mentalidad y prejuicio ideológico de la Guerra Fría.

Estados Unidos insiste en contener y reprimir a China como un "enemigo imaginario", y reclutar a sus aliados para cercar a China es su objetivo estratégico declarado públicamente. En junio del año pasado, sin tener en cuenta la posición solemne y la firme oposición de China, el G7 mencionó a China en 14 lugares en el comunicado de la cumbre e hizo comentarios irresponsables sobre Hong Kong, Xinjiang, los derechos humanos, el mar Oriental de China, el mar Meridional de China, y la paz y estabilidad en el estrecho de Taiwán. Además, el G7 ha interferido gravemente en los asuntos internos de China, defiende la falsa narrativa de "democracia contra la autoridad" e incita a la confrontación.

Como presidente rotativo del G7 de este año, Japón ha aprovechado la política errónea de Estados Unidos sobre China para la especulación y el interés propio,y ha facilitado que Estados Unidos inserte una serie de temas de contención de China en la agenda del G7. La reunión de ministros de Relaciones Exteriores del G7 promocionó una serie de temas relacionados con China, lo que una vez más interfiere groseramente en los asuntos internos de China, calumniando y difamando maliciosamente a China. La reunión de ministros de Comercio también envió señales contra China. El Grupo de los Siete, cuya influencia está disminuyendo día a día, se ha convertido en un sirviente hegemónico de Estados Unidos y solo puede ganar su presencia exagerando los problemas de China.

El G7 afirmó mantener el llamado "orden internacional basado en el estado de derecho", pero ha desafiado abiertamente el núcleo del orden internacional de la posguerra. Como todos sabemos, la reunificación de Taiwán con la parte continental de China es una parte importante del orden internacional de la posguerra, y la Declaración de El Cairo y la Proclamación de Potsdam lo estipulan claramente. Cualquier país que esté sinceramente comprometido con el mantenimiento del orden internacional debe acatar con seriedad el principio de una sola China y oponerse resueltamente a todas las actividades de "independencia de Taiwán".

El G7 dejó atrás la "Declaración de El Cairo" y la "Proclamación de Potsdam", y describió la oposición de China a la "independencia de Taiwán" como un "cambio del status quo en el Estrecho de Taiwán". Esta connivencia con las actividades separatistas de "independencia de Taiwán" es un desafío flagrante al orden internacional de la posguerra reconocido por la comunidad internacional. Esto demuestra plenamente que el llamado mantenimiento del orden internacional por parte del G7 es extremadamente hipócrita, y es en sí mismo un destructor del orden internacional.

El G7 declaró que abordarían conjuntamente la "coerción económica", pero hicieron la vista gorda ante la coerción económica que Estados Unidos ejerce en el mundo. Durante mucho tiempo, Estados Unidos se ha basado en su fortaleza económica y hegemonía financiera para imponer sanciones unilaterales ilegales a otros países. Según informes de prensa, de 2000 a 2021, las sanciones extranjeras de EE.UU aumentaron en un 933 %. Hasta el año fiscal 2021, Estados Unidos había impuesto más de 9.400 sanciones en total. Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas unilaterales a casi 40 países del mundo, afectando a casi la mitad de la población mundial.

Incluso los otros miembros del G7 no son inmunes a la coerción económica y la intimidación de EE.UU. Empresas como la japonesa Toshiba, la alemana Siemens y la francesa Alstom han sido blanco de EE.UU. China es víctima de la coerción económica de Estados Unidos y siempre se ha opuesto firmemente a la coerción económica de otros países. Si la cumbre del G7 quiere responder a la "coerción económica" en la agenda, primero debe discutir y condenar la coerción económica de Estados Unidos, en lugar de ser cómplice de la coerción económica.

El G7 afirmó discutir el llamado tema de la "seguridad económica", pero condonó e incluso alentó a Estados Unidos a participar en "desacoplar y romper cadenas", lo que agrega riesgos a la recuperación de la economía mundial. Durante la reunión de ministros de Finanzas del G7, EE.UU afirmó que estaba considerando restringir aún más la inversión de las empresas estadounidenses en China y declaró abiertamente que "discutiría seriamente este asunto con aliados y socios", revelando su intención de intensificar aún más su intimidación económica.

En los últimos años, Estados Unidos ha generalizado repetidamente el concepto de seguridad nacional, abusado de las medidas de control de exportaciones, intensificado las restricciones a la cooperación económica y comercial normal entre las empresas nacionales y China, afectado las decisiones comerciales normales de las empresas y alentado e incluso coaccionado a los aliados a copiar sus prácticas, violando gravemente los principios de la economía de mercado y la competencia leal, socavando el orden económico y comercial internacional, e interrumpiendo la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales. Si el G7 da luz verde a la intimidación económica de Estados Unidos para retrasar el desarrollo de otros países, no solo se convertirá en una fuerza destructiva para el desarrollo global, sino que también dañará su propia recuperación económica.

Un país grande debe comportarse como un país grande. La comunidad internacional ha estado descontenta con el G7, que considera como un "club de países ricos", y cada año que el Grupo celebra una cumbre se desencadenan fuertes protestas. El año pasado, un cartel de protesta incluía un globo terráqueo distorsionado en la letra G, lo que implica que "el mundo se está volviendo cada vez más distorsionado y anormal debido a la intervención del G7". Este es un fiel reflejo del papel globalmente destructivo que el G7 está jugando hoy.

El G7 debe entender que su papel como sirviente de Estados Unidos, grupo que ha creado un "pequeño círculo" cerrado y excluyente, contiene y oprime a otros países, provocando la confrontación. Este grupo está en contra de la tendencia general de la era de apertura y inclusión, y no solo dañan a otros, si no que eventualmente se dañarán a sí mismos. 

 

(*) Zhong Sheng es un seudónimo que suele utilizar el Diario del Pueblo para expresar sus puntos de vista sobre política exterior y asuntos internacionales.

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